Uno de los factores más importantes para conseguir el bienestar de tu gato tanto a nivel físico como psicológico y emocional es el juego.
El gato comienza a divertirse con juguetes desde las tres semanas de vida. Una bola de papel de aluminio o una simple caja de cartón bastan para despertar la curiosidad y el interés de tu gato.
Ya de adulto, es muy importante continuar jugando con él, sobre todo si no tiene salida al exterior y no puede salir de cacería.
Los juguetes que se mueven, ruedan o se balancean en el extremo de una cuerda son los que más les gustan.
Para iniciar el juego, lánzale un juguete o agítalo delante de él. Juega todos los días con tu gato, ratos de 5 a 10 minutos, varias veces al día.
El juego también es una técnica que utilizamos para tratar a gatos que sufren ansiedad, depresión y miedo. Estos juegos deben ser altamente motivadores ya que se trata de incitar al juego para reducir sus problemas, siempre y cuando el gato mantenga la aptitud para el juego.